El contexto epidemiológico actual así como la innovación obligada que trajeron los primeros confinamientos por la pandemia de COVID-19, dan cuenta de un nuevo modelo pedagógico y didáctico que abarca desde aulas novedosas hasta la necesidad de adquirir y desarrollar estrategias de estudio diferentes a las conocidas.
Es decir, bajo esta modalidad, fue necesario mantener aquello que hace que la escuela sea escuela (desde el vínculo docente-estudiantes hasta ese hacer de transmisión cultural que es, sobre todas las cosas, el objetivo primordial de toda institución educativa), a la vez que adaptarse a los requerimientos sanitarios que demandaban las autoridades y exigían la autopreservación y el cuidado por el otro.
De un día para el otro, entonces, la opción de la virtualidad se impuso como necesidad primera y se empezó a gestar una nueva manera de enseñar y aprender: las aulas híbridas, de pronto, fueron una realidad reconocible, necesaria y que llegó para quedarse.
En esta nota nos ocupamos de algunas de sus características, en relación con los cambios que implican en cuanto a estrategias de estudio y los modelos más tradicionales de enseñanza y aprendizaje.
Con la pandemia por covid-19, lo escolar se trasladó a los hogares de familias y docentes. Este cambio radical necesariamente impacta en las estrategias de estudio.
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Clases Presenciales y Educación Virtual, la Nueva Modalidad de Clases Combinadas o en Alternancia
Según una encuesta de mediados del 2020, llevada a cabo por UNICEF, para junio de ese año el apenas el 7% de los países encuestados se enfilaba a la reapertura de las escuelas (el ciclo lectivo en el hemisferio norte inicia en agosto) de manera completa. El 90%, en tanto, se encontraba en estado de alerta, en búsqueda de la mejor oportunidad para la reapertura, pero sin definiciones al respecto.
La lectura de ese párrafo puede resultar propia de una literatura distópica; sin embargo, fue lo que ocurrió y a lo que el mundo se tuvo que enfrentar de manera inédita y con las herramientas que tuvo a su alcance. Dieciocho meses después de los primeros casos, la nueva normalidad es lo común en todas las instituciones educativas.
Las sociedades latinoamericanas, entre las más vulnerables, no han podido retornar por completo a la presencialidad y ha sido necesario continuar dando asistencia de los modos más diversos con un único fin: sostener la inclusión de los estudiantes en el sistema y garantizar un mínimo de calidad educativa.
La alternancia entre clases presenciales y virtuales forma parte de la cotidianeidad: se trate del sistema de burbujas (con grupos reducidos que ajustados a los protocolos sanitarios asisten a clases de manera alternada) o de aulas híbridas (donde una parte de la clase se realiza de manera sincrónica/virtual y el resto asiste de manera presencial), docentes y alumnos han debido ajustar estrategias y competencias.
Retos Docentes a la Hora de Enseñar Estrategias de Estudio en Clases Combinadas
El advenimiento de las clases combinadas supuso retos inmensos tanto para docentes como para estudiantes. Las formas conocidas y reconocidas de transmisión de conocimiento, estrategias de estudio e incluso para la evaluación de saberes debieron acomodarse al nuevo formato de la escuela.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos, entonces, a los que hubo que dar respuesta?
- Utilizar herramientas, plataformas y diversos medios digitales para mantener los cursos a través de encuentros sincrónicos y asincrónicos.
- Asegurar un mínimo de infraestructura técnica (incluso en el sentido de lo pedagógico y didáctico), a fin de dar continuidad al ejercicio docente, pero también a la configuración del rol del estudiante.
- Reconfigurar el vínculo hogar/escuela para que coincida con los procesos de aprendizaje, a la vez que dar respuesta a las demandas de contención de docentes y familias.
Las instituciones, en general, y los docentes, en particular hicieron arreglos y configuraciones dispuestos a sostener lo escolar y académico. Muchos de esos trabajos hoy forman parte de congresos y webinarios donde ese factor de transmisión (rol clave de lo escolar) se perpetúa una y otra vez.
Sin embargo, hay algo igual de importante: la pandemia no ha dejado indemne a nadie. Lo que parece una adecuación a los nuevos tiempos es, sobre todo, un cambio sustancial respecto del mundo conocido. En ese sentido, es necesario pensar los desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad y en torno a ese dispositivo que llamamos “escuela”.
Si hemos cambiado nosotros, ¿por qué no lo harán las instituciones? Y algo más, ¿de qué modo los cambios en los modos del lazo social modifican los procesos de enseñanza y aprendizaje?
Desafíos Cognitivos que Enfrentan los Alumnos
Si bien el modelo de aulas híbridas era una tendencia en ciernes, la pandemia aceleró un proceso que tarde o temprano habría de llegar. Ahora bien, tal aceleramiento supone, asimismo, que no necesariamente estaban dadas las condiciones técnicas, epistemológicas e, incluso, cognitivas.
Vale decir, entonces, que es necesario pensar en los desafíos cognitivos que aparecen con la nueva modalidad:
- Mantener el lazo
El aprendizaje se construye a través de una red de andamiajes, donde lo que se aprendió antes sirve de soporte a lo que viene. Ahora bien, previo a ello se debe instalar el deseo de aprender y en la construcción de ese deseo es clave el rol del docente. Sin un docente que inspire, transmita y motive el aprendizaje no tiene lugar. ¿Cómo motivar a nuestros estudiantes, pantalla de por medio?
- Desarrollar habilidades blandas
Vamos inexorablemente hacia un modelo de educación donde lo sincrónico y lo asincrónico, lo presencial y lo virtual permean constantemente entre uno y otro. En ese contexto de máquinas y tecnologías, las soft skills (es decir, habilidades blandas) son las que marcan la diferencia. Es necesario el fomento de la empatía, la creatividad, el pensamiento crítico, el manejo de las emociones, la disposición al cambio, el aprendizaje continuo, entre las principales.
El trabajo docente se ha visto ampliamente desafiado: las respuestas que se construyeron, prima facie, constituyen ahora nuevas oportunidades para seguir aprendiendo.
- Pensar la educabilidad como las capacidad para aprender
Este desafío se da en dos órdenes. Por un lado la responsabilidad de los Estados en cuanto a garantizar las condiciones mínimas necesarias para el acceso a la educación (lo que en América Latina incluye altísimos índices de pobreza y aleja a las familias no solo de la educación, sino también de una alimentación saludable y el acceso a la salud).
Por otro lado, refiere a la necesidad de convertir a los estudiantes en los promotores principales de su proceso de aprendizaje. En este sentido, el neurólogo Facundo Manes (argentino) habla de la necesidad de recuperar la esperanza en el futuro para que el futuro tenga sentido.
¿Hay mayor apuesta de esperanza en el futuro que la escuela y la educación? Creemos que no.
Estrategias de Estudio para Pensar la Enseñanza en Aulas Híbridas
En suma, a continuación nos proponemos repasar algunas estrategias de estudio en función de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas híbridas o de modalidad virtual, en consideración de los desafíos cognitivos a los que hemos hecho mención.
Se trata, ante todo, de continuar pensando formas que favorezcan los procesos, que se conviertan en puentes para vehiculizar ese deseo de aprender que es clave para que la magia ocurra.
Estrategias con respecto a las tareas (aprender a aprender)
- Distribuir y ordenar las tareas propuestas con base en criterios propios: lo que insume más tiempo primero; lo que requiere mayor esfuerzo intelectual a primera hora; las actividades más lúdicas en los momentos de mayor circulación en la casa, etcétera.
- Buscar material extra que complete o amplíe la explicación. Favorecer el intercambio entre estudiantes y el trabajo colaborativo entre pares.
- Reflexionar acerca de las formas de lo que se pide. Muchas veces el error no está en el contenido, sino en la resolución de problema (¿piden un texto o un cuadro, se requiere de una explicación o me piden definir?).
Estrategias con respecto a la administración del tiempo (habilidades blandas: autogestión del tiempo)
- Incluir el factor incertidumbre en relación con el estudio: lo que pasa en el entorno necesariamente nos atraviesa. ¿Cómo se le da lugar a la incertidumbre que genera el contexto sanitario y social actual?
- Ofrecer herramientas de gestión de tiempo, ya sea para el armado de cronogramas y el uso de agendas (los calendarios de celulares o aplicaciones como las de Google y el calendario de Outlook, son buenas opciones), así como para el trabajo por plazos (la técnica pomodoro es una de las más conocidas).
- Implementar estrategias de análisis de los recorridos para identificar fortalezas, debilidades, desafíos y cómo el vínculo con otros es la mejor y mayor oportunidad para seguir aprendiendo y creciendo.
- Favorecer la autorreflexión acerca de lo que se aprendió, así como la metareflexión sobre los procesos cognitivos empleados para la construcción de los nuevos aprendizajes.
- Crear espacios para devoluciones e intercambios donde se visibilicen los errores en tanto pasos previos fundamentales y necesarios para lograr aciertos.
Ofrecer espacios de reflexión y autoconocimiento que favorezcan el intercambio y propicien la metareflexión sobre los modos de aprender es una estrategia de estudio orientada a la autonomía de los estudiantes.
Con pequeños cambios en las rutinas diarias es posible incorporar aquellas estrategias que mejoren los ritmos de estudio, aprendizaje y enseñanza en un contexto tan desafiante como el de las aulas híbridas.
Conclusión
La nueva modalidad ya dejó de ser algo novedoso y aparece plenamente instalada en todos los órdenes de la vida cotidiana. Así, la urgencia con la que las instituciones escolares y educativas debieron salir a dar respuesta a un contexto inédito, se convierte hoy en una fuente de aprendizaje que permite avizorar la “escuela del futuro” y mantener la esperanza en ella.
Frente a desafíos cognitivos nuevos, se pueden ofrecer estrategias de estudio que favorezcan el aprendizaje y faciliten los procesos considerando el cambio en el dispositivo: de la cercanía y centralidad del docente, pasamos a un modelo mediado por pantallas y que no siempre coincide en lo temporal.
La teoría del caos lo señala como inicio de los cambios. Que las aulas híbridas o mixtas han llegado para quedarse no hay duda alguna Está en nosotros capitalizar la oportunidad y acercarnos cada vez más a la educación inclusiva y de calidad que anhelamos.
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