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Las Nuevas Pedagogías y su Impacto en el Aprendizaje Profundo

¿A qué se le llama aprendizaje profundo? ¿Qué relación guarda con las nuevas pedagogías? ¿Por qué las instituciones educativas no solo deben mantener al día sus programas, sino también atender a las nuevas orientaciones respecto de los procesos de enseñanza y aprendizaje?

En la actualidad, una realidad innegable se impone tanto para la educación en general como para la pedagogía en particular. El desafío radica en que no es tan necesario acumular datos e información como saber qué hacer con ellos. 

En este sentido, se plantea necesario desarrollar habilidades, competencias y destrezas antes que repetir mecánicamente ciertos contenidos o saberes. 

A lo largo de este post, revisaremos la noción de aprendizaje profundo según la desarrolló David Perkins (EE. UU., 1945; investigador del MIT) y las 6 C de Michell Fullan (Canadá, 1940; director de Liderazgo Total). Si deseas conocer las habilidades que se propician a partir de las tareas que promueven las nuevas pedagogías, continúa leyendo. 

En una publicación de 1999, David Perkins definió el aprendizaje profundo como un aprendizaje flexible, en tanto quien aprende es capaz de realizar múltiples operaciones con él. Entre ellas, se incluyen: explicar, desarrollar, transferir y describir.

Contents

¿Qué es el aprendizaje profundo?

Las nuevas pedagogías implican mucho más que estrategias de enseñanza o metodologías de innovación educativa renovadas. Antes bien, se plantean como modelos poderosos de enseñanza y aprendizaje. 

Al estar facilitadas y aceleradas por las herramientas y los recursos digitales, las nuevas pedagogías apuestan por un tipo de aprendizaje mucho más desafiante. Dicho aprendizaje, además, se plantea para todos los niveles y estamentos del sistema educativo.  

Con los poderes de la indagación, la creatividad y el propósito humanos como base, las nuevas pedagogías buscan inspirar renovados modos de ver el mundo. El objetivo final es descubrir, activar y nutrir el potencial de aprendizaje de todas las personas.

El aprendizaje profundo surge en un contexto que impulsa el desarrollo de entornos ubicuos. Esto se debe a que las tecnologías de la información y la comunicación demandan su aplicación escolar y, además, fomentan otros modos de aprender.

Como pedagogía, el aprendizaje profundo anima una inclinación por aprender, crear y hacer en función de un tipo de ciudadanía próspera ahora y en el futuro. Como no solo quiere cambiar el mundo con el conocimiento que construye sino también crear mundos nuevos, propone un aprendizaje que va mucho más allá de los contenidos.

El aprendizaje profundo y las 6 C de Michael Fullan

¿Por qué implementar técnicas de aprendizaje profundo?
Foto de Tima Miroshnichenko en Pexels Bajo licencia CCO

Por fortuna, las propuestas de la nueva pedagogía no suelen requerir de una inversión específica en infraestructura. La mayoría de las veces, apuestan por el desarrollo de los docentes y de las instituciones en favor de un cambio de cosmovisión.

En otras palabras, trascienden la metodología de trabajo (como las aulas invertidas o el desarrollo de los MOOC). Esto es porque, antes que unas determinadas herramientas o unas ciertas técnicas, plantean nuevos modos de concebir los procesos de enseñanza y aprendizaje. 

El aprendizaje en profundidad plantea, entre otras, las siguientes condiciones:

  • El desarrollo de lazos humanos sólidos y estables, que fomenten la búsqueda de mentores;
  • la exploración de intereses propios y personales a partir de los objetivos y actividades derivados del aprendizaje;
  • la enseñanza y el aprendizaje recíprocos, en una relación entre pares que incluye a los alumnos y también a los docentes;
  • el fomento de la capacidad de reflexión y la superación de obstáculos en relación con las dificultades y los desafíos que se presenten;
  • el desarrollo de habilidades y actitudes en favor del aprendizaje continuo y de la mejora del mundo que conocemos.

Las tareas derivadas del aprendizaje en profundidad rediseñan las actividades áulicas, que ahora se proponen desde tres aspectos clave: 

  1. Reestructurar los contenidos y los objetivos curriculares en función de los desafíos y motivaciones actuales. Para ello, es válida la inclusión de herramientas digitales, en tanto ya forman parte integral del mundo que conocemos.
  2. Proporcionar experiencias reales y partir de ellas, es decir, evitar los modelos preconcebidos para aproximarse al mundo.
  3. Desarrollar habilidades para el futuro: las 6 C de Michael Fullan apuestan al desarrollo de competencias que fomenten el liderazgo personal y social.

En estrecha relación con las habilidades blandas, las 6 C de Fullan son las siguientes:

Educación del carácter

Implica el desarrollo de habilidades para la vida en general y para el ámbito laboral en particular. Estas tienen que ver con la promoción de la empatía, la honradez, el cuidado de la salud, la autopreservación, la autoestima saludable, la responsabilidad, la afrontación de dificultades y la capacidad para poner límites.

Civismo

Como modo de entender el mundo desde la responsabilidad cívica, se proponen: el desarrollo de la interculturalidad; la aceptación de las diferencias como base de la riqueza humana y social; y el cuidado del medio ambiente y la preservación de la cultura en todas sus dimensiones.

Las nuevas pedagogías se valen del aprendizaje en profundidad para motivar a los estudiantes a descubrir el mundo a partir de su curiosidad natural.

El civismo promueve, en síntesis, la participación activa de las personas en los problemas que afectan a la comunidad.

Comunicación

La noción de comunicación hace referencia a las habilidades vinculadas con la oralidad, la lectura y la escritura en múltiples dispositivos y entornos. Además, remite a la capacidad de escuchar al otro con empatía y respeto.

Pensamiento crítico y resolución de problemas

Desarrollar el pensamiento crítico para resolver problemas
Foto de Dominika Roseclay en Pexels Bajo licencia CCO

Pensar críticamente permite enfrentar los problemas con soluciones novedosas. En este marco, se valoran y consideran multiplicidad de herramientas y recursos digitales, entre otras posibilidades.

Las actividades del aprendizaje en profundidad reordenan los contenidos, en tanto estos no conservan la precedente centralidad. En cambio, lo importante es, ahora, el desarrollo y el dominio de las capacidades fundamentales con las que pueden ser abordados en tanto problemas que resolver. La base es pensar, crear y hacer.

Colaboración

Esta C se refiere a la capacidad de trabajar con otros y a la construcción de redes de sostenimiento y promoción del conocimiento. Además, toma por base un aspecto fundamental para nuestra época: el desarrollo de habilidades vinculadas con la participación empática y asertiva en las redes sociales.

Creatividad e imaginación

 Aplica en tu institución los modelos de las nuevas pedagogías
Foto de Pixabay en Pexels Bajo licencia CCO

Con base en un tipo de liderazgo resolutivo, apuesta a la formación organizacional y financiera en relación con el emprendedurismo social y económico. 

Tanto en la teoría como en la práctica, el aprendizaje en profundidad implica construir conocimiento nuevo. Esto significa que no reproduce un conocimiento dado, sino que llega a un conocimiento nuevo para cada uno.

Conclusión

Sin duda alguna, las nuevas pedagogías y el aprendizaje profundo introducen un cambio en las actividades vinculadas con el aprendizaje. Estas dejan de centrarse exclusivamente en el dominio del contenido para desarrollar de forma explícita la capacidad de los estudiantes para aprender, crear y aplicar activamente los nuevos saberes.

En síntesis, las tareas de aprendizaje profundo más efectivas proponen: 

  1. Trabajar a partir de objetivos de aprendizaje claros y desafiantes, vinculados con los intereses de los docentes, de los estudiantes, y con la realidad local. 
  2. Incluir el desarrollo de las llamadas habilidades blandas, en relación con las 6 C que propone Fullan: educación del carácter; civismo; comunicación; pensamiento crítico y resolución de problemas; colaboración; creatividad e imaginación. 
  3. Aprender y hacer en el marco de la autoconfianza y de la iniciativa de los estudiantes.

Las nuevas pedagogías son mucho más que modelos de organización áulica: proponen el inmenso desafío de comprender la educación desde la singularidad de los estudiantes, los docentes y la comunidad en general.

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Lucia Sampaolessi

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