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Educación Emocional: ¿Cómo la Podemos Trabajar en las Instituciones Educativas?

Cada vez se torna más imperioso educar a nuestros niños y jóvenes desde las emociones. Ahora bien, implementar la educación emocional en los centros educativos no es tarea sencilla; sin embargo, hacerlo hará la diferencia en los ciudadanos del mañana.

¿De qué se trata? ¿Cómo hacerlo? ¿En qué se beneficia tu institución al implementarla? Encuentra las respuestas a continuación: 

Contents

Empecemos por Definir a la Educación Emocional: ¿Qué es?

La educación emocional es el proceso mediante el cual se adquiere la capacidad y puesta en práctica de las competencias, como habilidades y actitudes, que se necesitan para manejar eficazmente las emociones, diseñar y lograr metas positivas, sentir y mostrar empatía, establecer relaciones positivas y tomar decisiones de manera responsable. 

La educación emocional es clave en el manejo eficaz de emociones, para diseñar y lograr metas positivas, sentir y mostrar empatía, establecer relaciones emocionales sólidas y tomar decisiones de manera responsable. 

La Importancia de la Educación Emocional en el Aula

La educación emocional va más allá de lo que se pueda reproducir en el aula. Un estudiante que logra el autoconocimiento es capaz de construir un proyecto de vida, gestiona en forma óptima sus tiempos y se compromete con otro tipo de actividades que no sean sistemáticas y repetitivas: arte, deporte, colaboración con su entorno y sociedad.

La educación emocional va más allá de lo que se pueda aprender en el aula, ya que un alumno que logra el autoconocimiento es capaz construir un proyecto de vida.

La educación emocional en el aula enseña a los niños a controlar y a gestionar sus emociones. Además, se favorece un clima de alumnos motivados y positivamente desarrollados intelectualmente, con habilidades socioemocionales fundamentales para la vida.

Muchas conductas de riesgo, como el uso de drogas, la violencia, la intimidación y el abandono, pueden prevenirse o reducirse mediante el desarrollo de  habilidades sociales y emocionales de los estudiantes en el aula, y mediante la participación activa de los padres y la comunidad, en su conjunto.

¿Cuáles son las 5 competencias socioemocionales básicas, consideradas en la educación emocional?

  • El autocontrol: Habilidad para generar una estrategia positiva frente a una emoción fuerte.
  • El autoconocimiento: Capacidad de entender qué le pasa y saber manifestar y explicar este sentimiento con palabras.
  • La toma responsable de decisiones: Habilidad para tomar decisiones considerando las consecuencias de los actos para uno mismo y el entorno.
  • La habilidad Social: Habilidad para entender y respetar las diferencias, la diversidad y desarrollar la empatía.
  • La habilidad  de relacionarse: Capacidad para relacionarse con los demás de forma saludable.

Situación Actual de la Educación Emocional en los Principales Países del Mundo

¿Quieres conocer cómo es la situación de la educación emocional en algunos países del mundo?

Argentina

Argentina  si bien refleja avances y horizontes promisorios, aún da cuenta de desigualdades sociales poco beneficiosas para la inclusión de un programa de Educación Emocional y Social a nivel país. 

Frente a los problemas que presenta el sistema educativo del país, muchas veces, las autoridades educativas y los docentes han intentado soluciones  que no consiguen resolver la situación. 

Por eso, surge la necesidad de incorporar conceptos innovadores como el de la educación emocional que permitan el desarrollo de estrategias de trabajo desde el optimismo y la esperanza.

Las instituciones educativas argentinas necesitan incorporar conceptos innovadores como el de la educación emocional, tal que se permita el desarrollo de estrategias de trabajo desde el optimismo y la esperanza.

Dar respuesta a los retos de innovación y desarrollo de nuevas estrategias pedagógicas supone reconocer la necesidad de replantear estilos de enseñanza y marcos en que los aprendizajes de las emociones sean posibles. Argentina se merece este debate como deuda emocional y social con la educación.

Colombia

El Ministerio de Educación de Colombia lleva adelante, desde hace algunos años, una fuerte apuesta por la educación emocional. De hecho, es posible encontrar en el sitio oficial información y material al respecto. Ya en 2017, en unas Jornadas dedicadas a educación, dieron cuenta de la preocupación en este sentido y cómo el trabajo con las emociones podía ayudar y orientar el trabajo en áreas muy sensibles como el bullying, el acoso escolar, el consumo de sustancias, entre otras preocupaciones. Se puede visitar la página del Ministerio de Educación de Colombia a través del siguiente enlace: Minieducación.

Perú

Con índices de crecimiento macroeconómicos muy adelantadores, la educación en Perú lleva un tiempo con las miras puestas en la educación emocional. Sobre 37 mil psicólogos matriculados, 2 mil trabajan en la educación y 500 de ellos lo hacen en la educación privada (RPP noticias). Desde el Colegio de Psicólogos entienden que urge un cambio en la forma de mirar y entender la educación, porque el manejo de las emociones, el autoconocimiento y las habilidades socioemocionales marcan el rumbo del trabajo y la empleabilidad a futuro. Desde dicha institución entienden además que el cambio es un salto cualitativo y que como tal incluye a la sociedad en su conjunto, porque poco puede hacer la escuela en soledad.

Austria

Austria está en un proceso de reconocimiento de las deficiencias presentes en el sistema educativo, que se caracteriza por una educación anticuada y con intereses políticos. Frente a esto, trata de implementar la educación emocional y social, aunque se requiere llevar a cabo una reforma general del sistema.

Y si bien ha iniciado un proceso de crecimiento y se vislumbra un futuro prometedor, le queda mucho camino por recorrer en cuanto a la educación emocional de los niños y jóvenes escolarizados.

Israel

La Educación Emocional y Social en Israel forma parte del plan de estudios nacional y muchas escuelas infantiles y centros escolares de Israel aplican programas de EES desarrollados y financiados por el Departamento de Asesoramiento y Servicios Psicosociales del Ministerio de Educación israelí. 

Si bien los programas de EES ayudan a los niños  a desarrollar habilidades sociales, los resultados de los programas no son iguales para todos los sectores socioculturales del país.  De hecho, algunos estudios alertan que el impacto es muy distinto en cuanto a minorías y  jóvenes que viven en la pobreza, entre otros.

Noruega

Actualmente, Noruega dedica gran parte de recursos a prevenir y reducir problemas como

de acoso escolar, falta de disciplina y conductas inadecuadas en niños y jóvenes. Sin embargo, los resultados son ineficientes. 

En el país no existe, por ejemplo,  ninguna estrategia general estatal de educación emocional y social.

Si bien el Gobierno recomienda enérgicamente la enseñanza de competencias emocionales y sociales, corresponde a las comunidades y a las escuelas decidir qué programa implementar y a qué nivel: por ejemplo, pueden elegir aplicar el programa a un grupo, curso o a todo el centro escolar. 

Sudáfrica

En Sudáfrica es necesaria una visión más amplia sobre la  educación emocional y social, empezando por los niños. La sociedad urge de un cambio radical al respecto.  

Si bien en Sudáfrica hay innovación y desarrollo, es necesario un cambio en cuanto a la capacitación de los formadores. La inversión en formación de los docentes permitiría  fortalecer el desarrollo emocional y social, así como promover aprendizajes efectivos, que finalmente se trasladen a todos los órdenes de la vida. 

Beneficios de Propiciar la Educación Emocional en las Instituciones educativas 

¿Por qué implementar educación emocional en todas las instituciones educativas?

Porque mediante los programas de instrucción de competencias socioemocionales se logra en los estudiantes: 

  • Mejorar el rendimiento académico. 
  • Mejorar la motivación, las actitudes y el comportamiento.
  • Reducir los  comportamientos negativos (conductas disruptivas, incumplimiento, agresión, actos delictivos e indisciplina) 
  • Minimizar el estrés y factores asociados como la ansiedad y  la depresión.
  • Mejorar el autocontrol y la aceptación de las emociones negativas. 

5 Consejos para Trabajar la Educación Emocional en Instituciones Educativas

Veamos 5 recomendaciones para trabajar desde lo emocional en tu institución educativa:

  1. Saber Identificar desde las propias emociones

Los adultos son modelos de comportamiento tanto para niños como para adolescentes, de allí la importancia de contar con conciencia emocional que permita identificar las causas de las propias emociones y las consecuencias posibles. 

Prueba respondiendo a estas preguntas: 

  • ¿Cómo me siento ahora? 
  • ¿Por qué me siento de esta manera? 
  • ¿Cómo lo estoy manifestando? 
  • ¿Qué puedo hacer para corregir lo que siento?

También es importante que el adulto-docente verbalice cómo se siente para  aportar y ampliar el vocabulario emocional de los estudiantes y dar el ejemplo de cómo manejar la propia gestión emocional.

  1. Ayudar a los estudiantes a gestionar sus emociones

Es fundamental enseñar a los estudiantes a conectarse consigo mismos para poder comprender cómo se sienten. Para eso, deben prestar atención a sus emociones (positivas y/o negativas) darles nombre y ser capaz de explicarlas con palabras.

También se debe trabajar con ellos la causa de esa emoción, que verbalicen la causa de lo que sienten, y destacar, una y otra vez, que todas las emociones son legítimas y como tales deben ser aceptadas. 

Ese trabajo previo es el que permitirá, en un segundo momento, trabajar en el comportamiento que se deriva de esos sentimientos. Por ejemplo, se debe señalar que estar enojado es legítimo, pero no por eso se debe actuar de manera impulsiva o agresiva con los demás. 

  1. Practicar la conciencia emocional

Se debe ayudar a explorar la propia conciencia emocional y puede hacerse mediante actividades como:

  • Identificar las emociones grupalmente y ayudar a detectar la causa de esos sentimientos.
  • Redactar un diario emocional (privado o para compartir con los demás).
  • Leer textos ficcionales o no ficcionales que ayuden a la conciencia emocional. 
  • Imitar distintas emociones de forma grupal, tal como el juejo de roles.
  • Dibujar rostros que expresan las emociones.
  1. Trabajar la empatía

Compartir las emociones es fundamental para comprender los sentimientos ajenos. Esta capacidad de reconocer, entender y conectar con las emociones de los demás permite la empatía: capacidad de comprender el punto de vista de los demás y la emoción desde la cual viven un suceso. 

Es importante mostrar empatía con los estudiantes, experimentar sus mismos sentimientos y emociones. Para eso se debe escucharlos activamente, en un clima de comprensión y respeto mutuo.

Los seres humanos estamos intrínsecamente dotados de empatía  por un grupo de neuronas conocido como “neuronas espejo”. Son estas las que nos permiten comprender las emociones de otro en su situación, solo debemos ejercitarlas, desarrollarlas y ponerlas en práctica.

  1. Gestionar de las emociones

Algunas actividades que ayudan a gestionar las emociones negativas y fomentar las positivas son:

  • Lo lúdico y el tiempo libre. El tiempo de calidad compartido con otros ayuda a trabajar la comunicación, el sentido del humor y  la tolerancia.
  • El contacto físico. Potencia la empatía por medio de caricias y palabras afectuosas.
  • La música. Escúchala o ejecútala, baila o canta. ¡Tú decides!

Conclusión

Si existe un entorno donde es imprescindible que se desarrollen las competencias emocionales a parte del familiar, es el educativo. Es necesario que los niños y adolescentes puedan aprender a desarrollarse como seres emocionalmente inteligentes y así poder vivir con mayor bienestar.

¿Quién podría dudar acerca de la necesidad imperiosa de que las instituciones educativas implementen la educación emocional en sus aulas? El fin último, en todo caso, es formar ciudadanos emocionalmente inteligentes, capaces de desarrollar y poner en juego las competencias más adecuadas a la hora de relacionarse socialmente.

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Lucia Sampaolessi

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