Desde la irrupción de la pandemia en nuestras vidas, primero, y la flexibilización de la cuarentena, después, las clases híbridas fueron ganando más espacio y protagonismo en los institutos educativos.
La razón principal por la que esta estrategia de estudio logró tanto impulso fue la necesidad de las instituciones de darle continuidad al servicio educativo pese a los contratiempos. A la vez, este fue el modo de asegurar un entorno que priorizara la salud de todos.
Las clases híbridas garantizaron que muchos alumnos mantuvieran el contacto con sus docentes y pudieran seguir avanzando en sus estudios. Esto pese a que aún la presencialidad no era plena.
En este artículo te contaremos más sobre las clases híbridas, cómo se realizan y qué beneficios pueden aportarle a tu institución.
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¿Qué implican las clases híbridas?
Tal como lo indica su nombre, las clases híbridas implican una combinación entre la EAD (Educación a Distancia) y el proceso presencial. Se trata de una modalidad de estudio que aprovecha los aspectos positivos de cada uno de estos métodos.
En otras palabras, en la práctica se emplean ambas metodologías de trabajo: el alumno puede asistir a algunos encuentros de manera presencial y a otros de forma virtual. El porcentaje variará según la organización de la institución, las necesidades de los estudiantes o la disponibilidad de los docentes.
Te invitamos a ver el siguiente video, que explica algunos aspectos más puntuales sobre las clases híbridas:
¿De dónde surge la idea de las clases híbridas?
Las clases híbridas empezaron a utilizarse a fines de los años noventa como un modelo semipresencial para los estudiantes de nivel superior. Como muchos de ellos debían combinar su vida estudiantil con la laboral y la personal, requirieron una metodología de estudio más flexible que les permitiera gestionar mejor su tiempo.
Las clases híbridas combinan la educación a distancia y la modalidad presencial, con base en los mejores aspectos de cada una.
Desde entonces hasta ahora, las clases híbridas fueron evolucionando gracias a los avances tecnológicos y pedagógicos. De esta forma, se pasó de las clases por video a las páginas de internet y las plataformas especializadas.
Con el surgimiento del COVID-19 y la necesidad de cumplir con regímenes sanitarios estrictos, las clases híbridas se volvieron indispensables. En este sentido, no solo se ofrecieron para los estudiantes de nivel universitario sino que se aplicaron en todas las instancias educativas.
¿Por qué resultan ser de utilidad?
Las clases híbridas favorecen la autonomía de los alumnos y los animan a aprovechar la flexibilidad para aprender por su cuenta. Además, les permiten poner en práctica sus conocimientos y capacidades fuera del aula, ya sea desde un campus virtual, un classroom o mediante encuentros vía Zoom.
Por su parte, los encuentros presenciales favorecen el intercambio de experiencias entre docentes y alumnos y la comunicación en tiempo real. Así, los estudiantes pueden compartir sus saberes entre pares y realizar todas las consultas necesarias.
En la enseñanza híbrida, entonces, se complementan las clases on line y las presenciales para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Muchas veces esta modalidad permite, incluso, ampliar la cantidad de estudiantes de un curso.
Las clases híbridas les permiten a los alumnos desarrollar autonomía y flexibilidad para estudiar en el momento que tengan libre.
¿Qué necesito para preparar una clase híbrida?
El modelo híbrido debe contar con la tecnología en educación adecuada para poder brindar una buena clase. Esto incluye los dispositivos correctos de audio, video y colaboración para lograr que los estudiantes puedan acceder correctamente a los contenidos.
A continuación, veremos qué recursos son necesarios para poder desarrollar una clase híbrida:
Para optimizar el modelo de las clases híbridas, es necesario contar con la tecnología adecuada de audio, video y colaboración.
Recursos
El mayor desafío para el formato híbrido es poder ofrecer una clase en vivo tanto para los alumnos presentes en el aula como para aquellos que están on line. Para ello, se puede requerir un micrófono y el empleo de la proyección de imágenes, a fin de que todos los estudiantes puedan seguir el hilo de la clase con normalildad.
Otro recurso necesario para estructurar las clases híbridas son los entornos virtuales de aprendizaje. Estas plataformas, donde los alumnos pueden descargar contenidos y realizar actividades, son claves para un formato que fomenta la autonomía estudiantil.
Aspectos pedagógicos
La labor del docente sigue siendo muy importante en esta modalidad. Por ello, en materia de pedagogía se apunta a que el alumno mantenga el vínculo con la clase. En este sentido, se desarrollan diferentes herramientas y estrategias pedagógicas para evitar la desmotivación de los estudiantes:
- Se lo coloca en el centro de la enseñanza.
- Se prioriza un aprendizaje activo y orientado hacia los resultados.
- Se facilitan estrategias para una mejor gestión de la carga de trabajo y el tiempo.
En ese sentido, y para ayudar a tus estudiantes y clientes, puedes leer más acerca de la gestión del tiempo y la organización de los estudios en nuestro post: Técnica Pomodoro: Ventajas de Aplicarla en los Estudios.
Beneficios de las clases híbridas
El aprovechamiento que se les da a las clases híbridas es variado, y muchas veces surge de experiencias singulares. En general, quienes han implementado esta modalidad reconocen los siguientes beneficios:
- Se fomenta la autonomía de los alumnos, ya que se estimula su capacidad de investigar y buscar respuestas.
- Disminuyen costos, tanto para la institución —que puede partir de un lugar con menos aulas e ir rotando las clases— como para los alumnos —que no tienen que trasladarse desde sus hogares—.
- Se les ofrece a los estudiantes una mayor flexibilidad para organizar sus tiempos de estudio.
Conclusiones
Las clases híbridas se afianzaron en el sistema educativo después de la pandemia de COVID-19. Sin dudas, son un gran recurso para que los alumnos puedan mantener el vínculo con la institución y no deban postergar sus estudios.
En este marco, los avances de la tecnología y la comunicación permitieron que las clases se pudieran dictar a través de software especializados en educación. De esta forma, fue posible coordinar mejor las actividades y sacar mayor provecho de las clases a distancia.
Las aulas híbridas llegaron para quedarse, y seguramente en los próximos años veremos cómo la educación sigue avanzando por este camino de facilitar y hacer más accesibles la enseñanza y el aprendizaje.
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